El 27 de octubre de 2004 se publicaba un artículo en la revista de alta
divulgación científica 'Nature' sobre el estudio de fósiles de homínido encontrados en la Cueva de Liang Bua en la isla de Flores en Indonesia. Este diario y otros medios de comunicación me preguntarían acerca de este descubrimiento y las hipótesis que emitían los colegas que lo habían investigado.No era para menos, los científicos que firmaban el artículo, encabezados por Michael Morwod, Peter Brow y colegas decían que se trataba de una nueva especie de homínido.
divulgación científica 'Nature' sobre el estudio de fósiles de homínido encontrados en la Cueva de Liang Bua en la isla de Flores en Indonesia. Este diario y otros medios de comunicación me preguntarían acerca de este descubrimiento y las hipótesis que emitían los colegas que lo habían investigado.No era para menos, los científicos que firmaban el artículo, encabezados por Michael Morwod, Peter Brow y colegas decían que se trataba de una nueva especie de homínido.
Con este descubrimiento, sabíamos que al menos, y de forma sincrónica, habían habitado el planeta en el Pleistoceno superior cuatro especies, la recién descubierta, el 'Homo neanderthalensis', el 'Homo erectus', y nuestros antecesores 'Homo sapiens'.Como morfólogo, al ver la foto que iban a publicar tuve la impresión que se trataba de un espécimen parecido al 'Homo georgicus', incluso al 'Homo habilis'.
Así se lo comuniqué a mis colegas de Atapuerca, Juan Luís Arsuaga y Bermúdez de Castro, el mismo día. Los autores sin embargo lo relacionaba con la filogenia de Homo erectus.Un estudio publicado recientemente en 'Journal of Human Evolution' por Karen Baab y colaboradores de la Stony Brook University de Estados Unidos, plantea que este homínido ha evolucionado de un homínido anterior a 'Homo erectus'. Han llegado a estas conclusiones comparando medidas craneales de humanos, de homínidos y simios extinguidos, con los nuevos restos craneales descubiertos en las ultimas campañas de excavación.
Esta publicación defiende, por lo tanto, la originalidad de la especie en contra de los que piensan que 'Homo floresiensis' no es una especie nueva, sinó una insularidad de 'Homo sapiens', con una patología, denominada microcefalia.
Tuve la ocasión de discutir con Morwod en Australia sobre esta cuestión y le dije a este colega que desde el primer momento pensé que no se trataba de ninguna patología sino de una nueva especie; sus características así lo anunciaban.
A mi era algo que me resultaba extraño, pues era una reducción tan grande del tamaño cerebral, y como consecuencia del cerebro, de 'Homo erectus' a 'Homo floresiensis'. Era más lógico pensar una reducción mínima. Si este homínido es un descendiente de 'Homo habilis', solo habría reducido el cerebro por insularidad unos 100 centímetros cúbicos y no más de 400 cc si se trataba de 'Homo erectus'.
Los que se oponen a que se denomine a estos fósiles una especie fueron liderados por el fallecido Teuku Jacob, quien mantenía que era una patología local por insularidad y no los descendientes de homínidos africanos antiguos. 'Sapiens enanos' en la isla “hobbits” existieron hasta que llegaron los portugueses en el siglo XVI.Esta especie, 'Homo floresinsis', desapareció según los descubridores de la misma como consecuencia de la actividad volcánica de la isla hace 17.000 años.
Al extinguirse esta especie sólo 'Homo sapiens' quedó como representación del género Homo en la tierra. Desde este momento estamos solos.La discusión continua, pero en mi opinión se trata de una especie y no de una patología.
Extraído de Antrophistoria
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