jueves, 26 de febrero de 2009

Homo floresiensis


El 27 de octubre de 2004 se publicaba un artículo en la revista de alta

divulgación
científica 'Nature' sobre el estudio de fósiles de homínido encontrados en la Cueva de Liang Bua en la isla de Flores en Indonesia. Este diario y otros medios de comunicación me preguntarían acerca de este descubrimiento y las hipótesis que emitían los colegas que lo habían investigado.No era para menos, los científicos que firmaban el artículo, encabezados por Michael Morwod, Peter Brow y colegas decían que se trataba de una nueva especie de homínido.

Con este descubrimiento, sabíamos que al menos, y de forma sincrónica, habían habitado el planeta en el Pleistoceno superior cuatro especies, la recién descubierta, el 'Homo neanderthalensis', el 'Homo erectus', y nuestros antecesores 'Homo sapiens'.Como morfólogo, al ver la foto que iban a publicar tuve la impresión que se trataba de un espécimen parecido al 'Homo georgicus', incluso al 'Homo habilis'.

Así se lo comuniqué a mis colegas de Atapuerca, Juan Luís Arsuaga y Bermúdez de Castro, el mismo día. Los autores sin embargo lo relacionaba con la filogenia de Homo erectus.Un estudio publicado recientemente en 'Journal of Human Evolution' por Karen Baab y colaboradores de la Stony Brook University de Estados Unidos, plantea que este homínido ha evolucionado de un homínido anterior a 'Homo erectus'. Han llegado a estas conclusiones comparando medidas craneales de humanos, de homínidos y simios extinguidos, con los nuevos restos craneales descubiertos en las ultimas campañas de excavación.

Esta publicación defiende, por lo tanto, la originalidad de la especie en contra de los que piensan que 'Homo floresiensis' no es una especie nueva, sinó una insularidad de 'Homo sapiens', con una patología, denominada microcefalia.

Tuve la ocasión de discutir con Morwod en Australia sobre esta cuestión y le dije a este colega que desde el primer momento pensé que no se trataba de ninguna patología sino de una nueva especie; sus características así lo anunciaban.
A mi era algo que me resultaba extraño, pues era una reducción tan grande del tamaño cerebral, y como consecuencia del cerebro, de 'Homo erectus' a 'Homo floresiensis'. Era más lógico pensar una reducción mínima. Si este homínido es un descendiente de 'Homo habilis', solo habría reducido el cerebro por insularidad unos 100 centímetros cúbicos y no más de 400 cc si se trataba de 'Homo erectus'.

Los que se oponen a que se denomine a estos fósiles una especie fueron liderados por el fallecido Teuku Jacob, quien mantenía que era una patología local por insularidad y no los descendientes de homínidos africanos antiguos. 'Sapiens enanos' en la isla “hobbits” existieron hasta que llegaron los portugueses en el siglo XVI.Esta especie, 'Homo floresinsis', desapareció según los descubridores de la misma como consecuencia de la actividad volcánica de la isla hace 17.000 años.

Al extinguirse esta especie sólo 'Homo sapiens' quedó como representación del género Homo en la tierra. Desde este momento estamos solos.La discusión continua, pero en mi opinión se trata de una especie y no de una patología.
Extraído de Antrophistoria

jueves, 12 de febrero de 2009

Biografía de Darwin




Humanos y chimpancés, parientes no tan cercanos

El hombre desciende del mono y la distancia genética que le separa de su pariente vivo más cercano, el chimpancé, se creía hasta hoy como muy estrecha, cerca de un 1%. Este precepto, aceptado hasta hoy, tiende un puente entre la Teoría de la Evolución y la Ciencia moderna, construida sobre los sólidos cimientos de la obra de Charles Darwin, cuyo bicentenario se conmemora esta semana.
Sin embargo, una investigación publicada en la revista Nature señala que ambas especies comparten no un 99% de su ADN, como se creía hasta ahora, sino un 89%.
El naturalista británico acertó con las dos ideas fundamentales de su teoría.

Los organismos se transforman a lo largo de la Historia de la Vida gracias a los caracteres que heredan de sus antecesores y estos rasgos son seleccionados o eliminados mediante Selección Natural. Pero durante la elaboración de los preceptos que le condujeron a la citada teoría, plasmada en la obra 'El origen de las especies' (de cuya publicación se cumplen 150 años en 2009), el naturalista británico tuvo dudas.

El modelo de evolución que propuso era gradual. Según esto las especies cambian poco a poco a lo largo de las generaciones gracias a pequeños cambios favorecidos por la Selección Natural, porque suponen una ventaja adaptativa para el medio en el que habitan.
Esta forma de evolución engloba a todos los seres vivos, incluido el ser humano.

Sin embargo, al propio Darwin le asaltaron preguntas que la Ciencia ha tardado un siglo y medio en responder, e incluso algunas que aún no ha solucionado, lo que le aporta, si cabe, más mérito a la formulación de la teoría.

Las dudas de Darwin

«Si las especies han descendido de otras especies mediante gradaciones insensiblemente diminutas, ¿por qué no vemos en todas partes innumerables formas de transición? ¿Por qué no está toda la Naturaleza en confusión, en lugar de estar las especies como las vemos, bien definidas?», se preguntaba el sabio británico.

Multitud de científicos modernos han profundizado en la investigación del registro fósil y han hecho ciertas las sospechas de Darwin. Las especies fosilizadas permanecen estables desde el primer instante en el que aparecen en la escala temporal hasta su extinción. Entonces, ¿cómo avanzan las especies a lo largo de la Historia de la Vida?

Coincidiendo con el aniversario de Charles Darwin, un equipo de científicos del Departamento de Ciencias Genómicas de la Universidad de Washington, del Instituto Médico Howard Hughes y del Instituto de Biología Evolutiva del CSIC y de la Universidad Pompeu Fabra han dado con una de las posibles claves que explicaría, al menos para las especies de homínidos actuales (orangután, gorila, chimpancé y ser humano), este avance discontinuo, expuesto hace casi cuatro décadas por los eminentes paleontólogos Stephen Jay Gould y Niles Eldredge en su teoría del equilibrio puntuado.

«La clave está en las duplicaciones del genoma», dice Tomás Marques-Bonet, primer firmante de la investigación, «se trata de regiones enteras del ADN que se duplican en algún momento del ciclo celular y se insertan en otro lugar. Esto aporta dinamismo al genoma», aclara. Las modificaciones que generan estas regiones duplicadas al insertarse en otro lugar de la secuencia de ADN provocan grandes cambios en los organismos y, por lo tanto, la selección natural puede actuar sobre ellos de forma muy rápida.

«Aunque al ser humano le vino bien tener esas duplicaciones, no podemos asegurar que estas regiones sean responsables de los genes de la humanidad», asegura Marques-Bonet. «Lo que sí sabemos es que en estas secuencias de ADN están las claves de enfermedades como la esquizofrenia, el autismo o el retraso mental», aclara el investigador.

Extraído de El Mundo

'Béjar': una bola de fuego de un cometa de Júpiter que cayó en Salamanca

Una inmensa roca de casi dos toneladas de peso, que se estrelló contra la atmósfera terrestre el pasado 11 de julio, viajó hasta la Tierra desde un cometa de la familia del gigantesco Júpiter, según ha revelado un grupo de investigadores españoles.

El suceso, uno de los más brillantes de los últimos 10 años, pudo ser visto desde España y Portugal el pasado verano y su desaceleración, al atravesar la atmósfera terrestre, se produjo sobre la provincia de Salamanca, en concreto en el municipio de Béjar, al que debe su nombre. Fue allí donde tuvo lugar el momento de mayor luminosidad de la gigantesca bola de fuego.

El bólido, que fue registrado por ls cámara de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteorito, procede de una corriente de meteoroides conocida como las Omicrón Dracónidas, que surgieron tras la desintegración del cometa C1919Q2 Metcalf, durante el siglo pasado.

Los autores del trabajo, que será publicado en la revista 'Monthly Notices of the Royal Astronomical Society', son los investigadores Josep Maria Trigo, del CSIC, y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña; José María Madiedo, de la Universidad de Huelva, Iwan Williams, de la Universidad británica Queen Mary, y Alberto Castro-Tirado, del Instituto de Astrofísica de Andalucía.

Posibles meteoritos

"Es interesante identificar el fragmento de un cometa con suficiente consistencia como para que sobreviva a su brusca interacción con la atmófera. Hasta el momento, no hemos recuperado ningún meteorito procedente de un cometa. Creemos que los cometas que se desintegran podrían albergar rocas de gran consistencia en su estructura interna", señala Josep María Trigo.
Según sus estimaciones, la bola de fuego llegó hasta unos 22 kilómetros de altura desde la Tierra.

Días antes de que llegara a nuestro planeta, la noche del 3 al 4 de julio, el equipo de investigadores ya había detectado un estallido que procedía de las Omicron Dracónidas. Las órbitas de tres de las partículas detectadas en el espacio parecen estar asociadas tanto a la roca 'Béjar' como al cometa desintegrado, según el análisis de los expertos.

Los investigadores confían en que la roca haya producido meteoritos. "Sería un hito científico", aseguran. Hasta ahora, sólo la sonda 'Stardust' ha recuperado pequeñas briznas de rocas de un cometa.

Extraído de El Mundo

lunes, 9 de febrero de 2009

Darwin vs Dios (ciencia vs religión)

Este jueves se cumplen 200 años del nacimiento de Darwin y 150 de "El origen de las especies" y queremos hacerle este pequeño homenaje.

Este tema de Ciencia vs Religión personalmente, nos parece muy interesante ya que por medio de la ciencia podemos conocer que (desde nuestro punto de vista) la religión es un invento, no escribimos esto como una crítica sino como una observación.

Charles Robert Darwin supo desde el principio que su Teoría de la Evolución iba a caer como una irreverente bomba sobre los dogmas establecidos de la fe cristiana.

No es de extrañar, por lo tanto, que se pasara más de dos décadas dándole vueltas a lo que el filósofo Daniel Dennett bautizó como su «peligrosa idea», hasta que finalmente se atrevió a publicar 'El Origen de las Especies'.

Poco antes de que esta osada obra viera la luz, en una carta que escribió a su amigo Joseph Hooker, Darwin confesó que se sentía «como un hombre a punto de confesar un crimen». No era para menos. En la Inglaterra victoriana del siglo XIX, la idea de que todas las especies vivas —incluyendo el ser humano— no habían sido engendradas de un día para otro por la mano de Dios, sino que habían evolucionado durante millones de años mediante un proceso de selección natural, suponía una insolente blasfemia.


Para comprender hasta qué punto Darwin era perfectamente consciente de la polémica que sus ideas iban a desencadenar, hay que tener en cuenta su propia trayectoria personal e intelectual. Al fin y al cabo, en su juventud el 'padre de la evolución' estudió teología en la Universidad de Cambridge con la intención de convertirse en sacerdote de la Iglesia Anglicana, y no cuestionaba la validez de la Biblia como fuente sagrada para explicar el origen del mundo.

Sin embargo, a lo largo de los años, y sobre todo tras la experiencia transformadora que vivió durante su aventura científica a bordo del Beagle, la fe de Darwin se fue erosionando ante el cúmulo de evidencias que contradecían todas las verdades supuestamente incuestionables del Libro del Génesis.

El creciente escepticismo del naturalista frente a la religión se convirtió en una dolorosa fuente de tensión con su devota esposa Emma, sobre todo desde que en 1849 dejó de ir a misa los domingos, y decidió dedicar el rato que su familia pasaba en la iglesia a pasear por el campo para seguir reflexionando sobre sus ideas.


Dos años después, la muerte de su adorada hija Annie, como consecuencia de una tuberculosis que acabó con su vida a los 10 años, fue la puntilla que le hizo perder definitivamente la fe. Para Darwin, la crueldad y el sufrimiento de un mundo donde él había comprobado cómo algunas avispas se alimentaban de los cuerpos vivos de los gusanos en la dura lucha por la supervivencia, o donde morían niños inocentes como su queridísima Annie, no parecían compatibles con la existencia de un Dios omnipotente que se preocupara por sus criaturas. Sin embargo, a pesar de todo, Darwin nunca quiso definirse públicamente como ateo, y dejó escrito que «el agnosticismo es una descripción más correcta de mi postura».

Como era de esperar, la publicación de 'El Origen de las Especies' en 1859 desató un escándalo descomunal en la sociedad británica, y Darwin tuvo que sufrir la humillación de ver su inconfundible rostro barbudo caricaturizado sobre el cuerpo de un mono.

Al mismo tiempo, las autoridades eclesiásticas de la Iglesia Anglicana denunciaron que la Teoría de la Evolución constituía la visión más degradante del ser humano jamás concebida, y alguno incluso llegó a compararle con la serpiente del Jardín del Edén, por intentar pervertir a la sociedad británica con sus «ideas perversas».

A Darwin toda esta polémica no debió sorprenderle demasiado, ya que conocía de primera mano, dentro de su propio hogar, los conflictos religiosos que podían provocar sus teorías. Lo que sin duda le hubiera chocado mucho más es descubrir que 150 años después, las llamas de esta controversia todavía no se han apagado en el mundo del siglo XXI.

Extraído de El Mundo

Descubren en Perú cientos de huellas de dinosaurios y otros animales prehistóricos

Cientos de pisadas y restos fosilizados de animales prehistóricos, probablemente dinosaurios que vivieron hace 120 millones de años, han sido descubiertos en la región Ancash (centro de Perú).

El hallazgo se produjo cuando la empresa minera Antamina, propiedad de BHP Billiton y Xstrata, entre otros, construía un camino desde su campamento de Yanacancha hasta el cruce de Conococha, en la provincia de Huari, a unos 400 kilómetros al noreste de Lima.


La empresa ha confirmado que en un estudio preliminar del sitio, a 4.600 metros sobre el nivel del mar, se encontró más de cien pisadas de al menos 12 formas distintas de animales prehistóricos.

De acuerdo a los cálculos de los paleontólogos a cargo de estos hallazgos, la edad del sitio podría situarse en el Cretácico Temprano, hace unos 120 millones de años.

Entre los restos encontrados, según ha informado el diario El Comercio, hay grandes reptiles marinos conocidos como sauroterigios, de los que se descubrieron esqueletos completos.

También otros reptiles en forma de pez -llamados ictiosaurios-, cocodrilos de ramas extinguidas, reptiles voladores o pterosaurios, tortugas y restos de peces y de invertebrados muy bien conservados.

Los trabajos de paleontología en la zona de influencia de Antamina se remontan al año 2006 cuando empezó la construcción de ese camino, que dejó expuestos sedimentos potencialmente fosilíferos, de acuerdo a un análisis elaborado por el Centro de Ornitología y Biodiversidad (Corbi).

Las excavaciones realizadas en el paraje conocido como Cruz Punta, en el kilómetro 80 de esa carretera, pusieron al descubierto una pared rocosa de varias decenas de metros de longitud en la que se apreciaban estructuras que parecían ser un conjunto de huellas de animales, agregó el estudio de Corbi.

Extraído de El Mundo

miércoles, 4 de febrero de 2009

Las ballenas parían en tierra hace 47 millones de años

Uno de los momentos clave en la historia de la Evolución fue la transición desde los grandes peces con las primeras adaptaciones a la vida en tierra firme hasta los híbridos entre pez y reptil que poblaron por primera vez los continentes.

Ese paso fundamental ocurrió en el Devónico, hace entre 380 y 360 millones de años, y casi todo el mundo mantiene en su imaginario la instantánea de ese híbrido -recientemente identificado como 'Tiktaalik roseae'- saliendo de las aguas y caminando por una orilla con sus aletas a media transformación en patas, algo que no ocurriría hasta la aparición del Acanthostega.

Sin embargo, el regreso de los grandes mamíferos al agua, más de 300 millones de años después, ha pasado ampliamente desapercibido en los manuales de biología.
Un grupo de investigadores liderados por Philip D. Gingerich, director del Museo de Paleontología de la Universidad de Michigan, publica hoy en la revista científica 'PLoS' el hallazgo de dos nuevos fósiles que revelan datos esenciales sobre la evolución de las características necesarias para la transición de las ballenas de la tierra al mar.

«Hay muchos fósiles, la mayoría muy fragmentados, que documentan esa transición. Pero los ejemplares que describimos son los primeros que aportan datos sobre el nacimiento, el crecimiento y el desarrollo de estos animales», afirma Gingerich a elmundo.es.

Los fósiles, hallados en Pakistán, corresponden a un macho y una hembra con un feto en su interior, lo que ha motivado que los investigadores bauticen a la nueva especie como 'Maiacetus inuus' (en referencia a las palabras madre ballena y a un dios romano de la fertilidad).

El feto estaba colocado cabeza abajo como ocurre en los mamíferos modernos, y al contrario de lo que ocurre en las ballenas. «Esto evidencia que estos animales daban a luz en tierra», dice el investigador. Además, los fósiles poseen grandes dientes bien preparados para cazar y comer peces, lo que sugiere a los científicos que estos ejemplares vivían en el mar y que, probablemente, salían al exterior para descansar, aparearse y parir.

«Casi todo, excepto la respiración, cambió durante esa transición. Poseían cuatro patas modificadas para la natación y, aunque podían soportar su peso en tierra, no podrían llegar muy lejos», dice.

Extraído de El Mundo

Descubren el planeta extrasolar más pequeño, algo mayor que la Tierra

Un grupo de astrónomos de varios centros de investigación ha descubierto, por medio del satélite CoRoT, lo que denominan una "SuperTierra", y que es un planeta fuera del sistema solar que es algo mayor que la Tierra y que es el exoplaneta más pequeño detectado hasta la fecha.

Así lo informó hoy el Instituto de Astrofísica de Canarias en un comunicado en el que señala que la temperatura de este planeta es tan elevada, entre 1.000 y 1.500 grados centígrados, que probablemente su superficie sea rocosa o esté cubierta de lava.

Este nuevo planeta, que tiene un diámetro aproximadamente el doble que el de la Tierra, recibe el nombre de CoRoT-Exo-7b, y está tan cerca de su estrella principal que su temperatura es muy elevada.

La detección se produjo por medio del método de tránsito, es decir, mediante el ligero oscurecimiento del brillo de la estrella cuando el planeta pasa regularmente delante de ella, cada 20 horas terrestres, se explica en el comunicado del IAC.

La mayoría de los más de 330 planetas descubiertos hasta ahora son gigantes compuestos sobre todo de gas, como Júpiter y Neptuno, y en el caso de CoRoT-Exo-7b su densidad aún no ha sido determinada, aunque podría tratarse de un objeto rocoso, como la Tierra.

Podría estar cubierto de lava

También podría estar cubierto de lava líquida o tratarse de una mezcla de ambos tipos. Identificar la naturaleza de este planeta requerirá muchas investigaciones futuras, y es posible que deba considerarse este descubrimiento como el comienzo de la astronomía exoterrestre, indica en el comunicado Hans Deeg, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y miembro del equipo del descubrimiento.

Daniel Rouan, investigador del Observatorio de París, comenta que encontrar este pequeño planeta no fue una completa sorpresa, ya que, agrega, Corot-Exo-7b pertenece a una clase de objetos cuya existencia se había predicho desde hace algún tiempo.

La mayoría de los métodos utilizados hasta ahora son sensibles a la masa del planeta, mientras que CoRoT es sensible a su tamaño, lo que es una ventaja, explican Roi Alonso y Magali Deleuil, investigadores del Laboratorio de Astrofísica de Marsella.

Otra de las ventajas de CoRoT es el hecho de estar en el espacio, donde las perturbaciones son mucho más pequeñas y los períodos de observación son mucho más largos que en tierra, añade Hans Deeg.

La temperatura del planeta está entre los 1.000 y 1.500 grados centígrados
Este descubrimiento se complementó con las observaciones realizadas a través de una extensa red de telescopios europeos terrestres gestionados por varias instituciones y países.
En el Observatorio del Teide (Tenerife), el telescopio IAC 80 fue el primero que reobservó CoRoT-Exo-7b después de la detección de CoRot.

También se realizaron nuevas observaciones con el nuevo instrumento FASTCAM -una cámara de muy alta resolución- en el Telescopio Carlos Sánchez (TCS) de 1.5 metros de diámetro y el Telescopio Óptico Nórdico (NOT) de 2,5 metros, que permitieron excluir otras fuentes que podían imitar la señal del planeta.

Además de la contribución española, el descubrimiento se apoyó en las observaciones de otros telescopios en Paranal y La Silla (Chile) y el Telescopio de Mauna Kea (Canadá-Francia-Hawai).
El nombre del telescopio espacial CoRoT responde a las siglas de Convección, Rotación y Tránsitos).

Extraído de El Mundo

martes, 3 de febrero de 2009

Actividades tema 3


1. Describe cómo se supone que era el escenario en el que surgió la vida.

La tierra primitiva era masa incandescente que se fue enfriando poco a poco, tenía una gran cantidad de energía, la temperatura de la superficie era más alta que en la actualidad y constantemente había descargas eléctricas de rayos y radioactividad.

La atmósfera poseía gran cantidad de hidrógeno, y además había amoniaco, metano y agua.
En 1924 Oparin lanzó la teoría de que la vida se podía haber formado a partir de estos componentes sometidos a numerosas descargas eléctricas.
En los océanos primitivos se formaron unos compuestos orgánicos sencillos que constituían un medio ideal para el desarrollo de la vida.

2. ¿Qué conclusiones se pudo sacar del experimento que realizó Miller en el laboratorio para investigar el origen de la vida?

En 1953 Miller, hizo un experimento y demostró que los gases que se encontraban en la atmósfera primitiva (sometidos a una gran cantidad de energía) pudieron combinarse hasta formar compuestos orgánicos similares a los que se encuentran en los seres vivos.

3. ¿Cómo era la nutrición de las primeras células?

Se alimentaban de las sustancias que había en los caldos de los océanos primitivos, esto debió acabar con las reservas de materia orgánica.

4. ¿Qué consecuencias tuvo la aparición de la fotosíntesis?

Algunos organismos pusieron en marcha el proceso de fotosíntesis y las células primitivas utilizaron la energía solar para transformar anhídrido carbónico, agua y sales minerales en alimentos y así liberar oxígeno al medio.
El oxígeno resultante de la fotosíntesis que se liberaba a la atmósfera empezó por oxidar las rocas de la superficie del planeta, después se acumuló en la atmósfera hasta que se acabó formando la capa de ozono.
Gracias a esto evolucionó la vida.

El ejemplo y las lecciones de Darwin


Cuando se cumplen 200 años del nacimiento del científico y 150 de la publicación de 'El origen de las especies', el creacionismo sigue dando batalla en numerosos países ilustrados de Occidente, incluida España.

Hace 200 años, el 12 de febrero de 1809, nació Charles Darwin. Podemos debatir si los trabajos y teorías -y a la cabeza de éstas, la del origen de las especies mediante selección natural- de Darwin son más o menos importantes que el sistema geométrico que sistematizó Euclides, que la dinámica y teoría gravitacional de Newton, que la química que creó Lavoisier, que la relatividad de Einstein, que la física cuántica o que la teoría biológico-molecular de la herencia, pero lo que es difícil negar es que ninguna de esas contribuciones logró lo que consiguieron las de Darwin, que desencadenaron una serie de procesos que afectaron a algo tan básico como nuestras ideas acerca de la relación que nos liga con otras formas de vida animal que existen o han existido en la Tierra.

En este sentido, abordó cuestiones que van dirigidas a la médula de la condición humana.
Expresado muy brevemente, Darwin sustanció con muy variadas evidencias la idea (que otros antes que él habían propuesto) de que las especies evolucionan, encontrando además un mecanismo que hacía plausible tal evolución; defendió que la vida es como un árbol, de cuyas raíces han ido brotando diferentes ramas, esto es, especies que con el paso del tiempo continúan diversificándose, dando origen a otras bajo la presión de determinados condicionamientos.

Después de esforzarse por encajar en una gran síntesis las piezas (zoología, botánica, taxonomía, anatomía comparada, geología, paleontología, cría domestica de especies, biogeografía...) del gigantesco rompecabezas que es la naturaleza, y estimulado por la noticia de que Alfred Wallace había llegado a conclusiones similares, aunque no tan sustanciadas, en noviembre de 1859 -pronto hará, por consiguiente, 150 años- publicó un libro que forma parte del tesoro más precioso de que dispone la humanidad: El origen de las especies.

Doce años más tarde, en otro gran libro (El origen del hombre), aplicó a los humanos las lecciones del primero, despojándonos del lugar privilegiado en la naturaleza que hasta entonces nos habíamos adjudicado.

A lo largo del siglo y medio que nos separa de la publicación de El origen de las especies, la esencia de su contenido no ha hecho sino recibir confirmación tras confirmación. Puede que aún resten cuestiones por dilucidar, pero el evolucionismo darwiniano nos suministra un marco conceptual y explicativo imprescindible para comprender el mundo natural de manera racional, sin recurrir a mitos.

A la vista de todo lo dicho, podría pensarse que la única actualidad de Darwin y de su obra es la de honrar su memoria utilizando la excusa de los dos mencionados aniversarios. Ojalá fuese así. La evolución entendida a la manera de Darwin es un hecho científico, contrastado de manera abrumadora, y su relevancia para situarnos en el mundo es obvia, pero no es universalmente aceptada.

En Estados Unidos solamente la acepta el 40% de la población. En Europa su aceptación es mayor, especialmente entre los franceses y los escandinavos (creen en ella aproximadamente el 80%), aunque no deja de tener problemas: en una encuesta realizada en Reino Unido por la BBC en 2006, el 48% la aceptaba, mientras que el 39% optaba por alguna forma de creacionismo, y un 13% "no sabía".

La historia de la oposición de los creacionistas a Darwin ha sido comentada en numerosas ocasiones y no pretendo volver a este asunto, que, sin embargo, continúa vigente, aunque ahora sea recurriendo sobre todo a una nueva terminología: el diseño inteligente, la idea de que un Dios debió de diseñar cada una de las especies que existen.

Me interesa más hacer hincapié en el hecho de que una teoría científica contrastada y de enorme relevancia social sea rechazada o muy pobremente comprendida. En mi opinión, una explicación posible del tal rechazo reside en el desconocimiento.

Debatimos insistentemente -ahora estoy pensando en España- acerca de los programas educativos para nuestros jóvenes; por ejemplo, si es aceptable o no imponer asignaturas como Educación para la Ciudadanía, ante la cual algunos argumentan que limita la libertad de los padres a ejercer sus derechos en la formación (moral y religiosa) de sus hijos. Y, mientras tanto, la enseñanza de ciencias sufre cada vez de más carencias.

No parece preocuparnos demasiado, por ejemplo, si se enseñan adecuadamente sistemas científicos tan básicos como la teoría de la evolución de las especies. El pasado noviembre, se publicó un libro en el que se adjudicaba a la Reina, doña Sofía, la siguiente manifestación: "Se ha de enseñar religión en los colegios, al menos hasta cierta edad: los niños necesitan una explicación del origen del mundo y de la vida".

Podrá resultar doloroso a algunos, pero la única explicación que da lugar a comprobaciones contrastables sobre el origen del mundo y de la vida procede de la física, de la química, de la geología y de la biología. La religión pertenece a otro ámbito.

¿Es legítimo ocultar a los niños ese mundo científico, condicionando así sus opiniones futuras, en aras a algo así como "mantener su inocencia", o por las ideologías de sus padres? Haciendo públicas sus opiniones en una cuestión cuya importancia no puede ignorar, y por la elevada posición que ocupa, doña Sofía hizo publicidad de una determinada forma de entender el mundo, que jamás ha recibido comprobaciones contrastables.

Una forma, además, que, al menos en España, de la mano de la jerarquía católica, pretende intervenir en apartados que pertenecen al poder legislativo, como son los programas educativos o lo que es admisible o no en los tratamientos médicos (no puedo olvidar en este punto las manifestaciones de la Conferencia Episcopal Española a raíz del nacimiento, en octubre de 2008, de un niño tratado genéticamente para curar a un hermano que sufría anemia congénita: "El nacimiento de una persona humana ha venido acompañado de la destrucción de sus propios hermanos a los que se ha privado del derecho a la vida"; palabras no sólo cuestionables desde el punto de vista de la ciencia sino también, en mi opinión, carentes de compasión ante el sufrimiento ajeno).

Necesitamos educar en la ciencia a nuestros jóvenes; no, naturalmente, para que entiendan que ella es el juez supremo para las opciones que quiere asumir una sociedad democrática. La ciencia es, simplemente, un instrumento -el mejor- que los humanos hemos inventado para librarnos de mitos, orientarnos ante el futuro y protegernos de una naturaleza que no nos favorece especialmente.

Sucede, no obstante, que no se ha instalado de manera tan segura en nuestras sociedades como se podría pensar, siendo contemplada frecuentemente con sospecha. Si como muestra sirve un botón, he aquí la siguiente cita (Juan Manuel de Prada, XL Semanal, 5-11/X/2008): "La ciencia parece dispuesta a demostrar esto y lo otro; y mañana podrá sin empacho alguno desdecirse y demostrar que lo opuesto a lo contrario es lo cierto, en un tirabuzón enloquecido y sin fin.

Y todo ello bajo un manto de inapelable respetabilidad". Por supuesto que existen científicos envanecidos, incluso tramposos, y también que se cometen errores, pero no olvidemos que en última instancia la ciencia no es sino capacidad de identificar y remediar equivocaciones, de buscar sistemas con capacidad predictiva.

Recordar y celebrar a Darwin es más que un acto festivo; constituye un homenaje a la ambición y el rigor intelectual, al poder de nuestra mente para comprender el mundo. Y también es un ejemplo de que la investigación científica no tiene por qué ser ajena a atributos humanos como son el amor a la familia, la decencia, la discreción o el ansia de justicia.

La biografía de Charles Darwin -un hombre que llevó a cabo un largo y complejo camino, que le llevó a consecuencias que no había previsto y que le obligaron a desprenderse, en un doloroso proceso, de las creencias religiosas en que había sido educado- está repleta de todo esto.

Extraído de El País

lunes, 2 de febrero de 2009

¡Bienvenidos al mundo de los bloggeros!

No hemos tenido tiempo de presentarnos...

Este blog está realizado por alumnas del IES Cieza de León de 1º de bachillerato como trabajo de clase, para publicar noticias, notas, ideas y comentarios sobre la Ciencia del Mundo Contemporáneo.
Este blog está creado exclusivamente para temas relacionados con la ciencia, asimismo incluiremos presentaciones, artículos e ideas propias.
Solo desearos que os guste mucho nuestro blog y que nos pongáis comentarios sobre como mejorarlo u otros temas.

Os saludan:

Sara Morillo, Carmen Rivero, Librada Jiménez y Rosa Mª Huertas.

PROYECTO ECOCENTRO


FINALIDAD DEL PROYECTO ECOCENTRO

Incorporar la Educación ambiental en todos los ámbitos del centro.
Impulsar cambios y mejoras de carácter ambiental en él.
OBJETIVOS.

Concienciar sobre los problemas del uso inadecuado del agua, la energía, la generación de residuos y las acciones que conducen al deterioro del entorno.
Dar estrategias para la educación ambiental del los alumnos/as.
Reducir el consumo de papel en el centro y aumentar el de papel reciclado.
Promover la reducción y reciclaje de los residuos.
Mejorar el aspecto del centro y hacerlo más cálido y ecológico.

¿QUÉ VAMOS A TRABAJAR?

Durante este curso se trabajarán los siguientes temas:
El ahorro de agua y de energía.
El cuidado del entorno.
La gestión de los residuos.

¿QUIÉNES TRABAJAMOS EN ÉL?

El proyecto se organiza a través de tres colectivos de trabajo:
GRUPO DE TRABAJO DE PROFESORES
JUNTA DE ECODELEGADOS
COMISIÓN AMBIENTAL.

¿CÓMO NOS ORGANIZAMOS?.

GRUPO DE TRABAJO.

El grupo de trabajo se divide en comisiones las siguientes comisiones:
Comisión ecocieza. Encargada de coordinar la actuación de todas las demás.
Comisión Agua y energía.
Comisión Entorno.
Comisión Residuos.
Nos reunimos cada semana y una vez al mes ponemos en común nuestras actuaciones.

JUNTA DE ECODELEGADOS.

La Junta de Ecodelegados está formada por aquellos alumnos y alumnas con especial sensibilidad medioambiental que han sido elegido por su clase como Ecodelegados.

COMISIÓN AMBIENTAL.


Extraído de Cieza de León